¿Te gustaría dejar tu trabajo y dedicarte a lo que más te gusta? ¿Tu trabajo te aburre y sientes la necesidad de cambiar tu vida? ¿Quieres vivir de tu sueño pero no te atreves? ¿Lo que quieres es vivir sin jefe?
Quédate, te explico qué me llevó a emprender y cómo he llegado a vivir de mi negocio sin perder la alegría. Además te daré algunos consejos que me hubiera gustado que me explicaran al inicio de mi aventura.
Mi historia, en un párrafo
Pasaron muchos años antes de decidirme a trabajar por mi cuenta. Estoy muy contenta por haber aprendido lo que sé en las productoras y agencias en las que trabajé. Con los años, mi vocación en audiovisuales se convirtió en una profesión, el diseño. Me sentía feliz en mi trabajo y con los proyectos que me llegaban, pero a la vez había un vacío dentro de mí. Me gustaba mi profesión pero quería desarrollarla de otro moda, a mi manera, sin que nadie cortara las alas a mi creatividad ni a mi libertad. Decidí desconectar por un tiempo, fue casi un año que me pasé bailando, actuando y reencontrándome conmigo misma. Entonces, recuperé el macbook y empecé a organizar mi nuevo plan: construir mi propio futuro trabajando como diseñadora freelance. Y nació LaKarulina. Sentía que tenía conocimiento y experiencia, lo que me faltaba era la convicción de querer llevar adelante mi propio proyecto y dirigir mi propio futuro.
6 consejos para que llegar a vivir de lo que más te gusta
Yo creo que cuando realmente nos escuchamos y dejamos sentir lo que queremos hacer, las cosas vienen bastante solas.
Te engañaría si te dijera que desde entonces todo ha sido fácil y que no me lo he tenido que currar. He comprobado por mí misma aquello que cuentan, que los contratiempos sirven para aprender y mejorar. Para descubrirme. Para definirme, como profesional y como persona. Y desde luego que no lo cambiaría por nada.
Por eso en este artículo quiero compartir contigo algunas de las cosas que me hubiera gustado que me explicaran al inicio de esta aventura.
1. Escucha a tu voz interior
En primer lugar busca en ti lo que realmente sientes que quieres hacer con tu vida y qué cambio profesional es necesario que hagas. Es importante que desactives los filtros mentales que pueden interferirte: miedos, falsas creencias adquiridas, inseguridades… Puedes preguntarte por ejemplo cómo te ves de aquí a 5 años. Si estás leyendo esto, seguramente es que ya lo tienes bastante claro. Puede que te hayas dado cuenta que tu lo que estás haciendo ahora no te llena lo suficiente. O quizás quieras organizar el horario a tu gusto y necesidad. A lo mejor tienes un hobby y quisieras convertirlo en tu profesión. O puede que no tengas trabajo y estés pensando en la opción de emprender. Sea cuál sea el motivo, encuentra el momento para poder meditar y reflexionar sobre ello, hasta que lo sientas verdaderamente factible.
2. Investiga tu mercado
Tampoco te estoy diciendo que tires por la borda lo que tienes ahora. Medita bien tu idea. No sólo que te apasione va a ser suficiente. Para poder vivir de lo que más te gusta primero asegúrate de que tu producto o servicio va a cubrir una necesidad real en el mercado actual. Si no es así lo tienes crudo. Nos guste o no, nuestro trabajo no va a ser sólo para llenarnos el alma, sino también el bolsillo. Elabora un plan de empresa antes de poner en marcha tu proyecto y evitar correr algún riesgo financiero. Puedes asistir a conferencias y cursos para emprendedores. Seguro que no te vienen mal. Comenta tu idea a tus amigos y familiares para que te den su punto de vista objetivo. Pero luego decide tú.
3. Pasa a la acción
Por mucho que quieras tener claro cómo va a ser todo, no lo verás hasta que empieces, y entonces sí que será el momento de evaluar, redefinir y crecer. Si ya tienes tu idea y resueltos los primeros cabos para ejecutarla, es momento para pasar a la acción. No pretendas crear un súper mega proyecto con mil y un servicios o productos. Empieza por lo más básico y esto te llevará a los siguientes pasos.
Yo me he entretenido muchísimo pensando en la mejor manera de tal y lo otro, revisando continuamente mis servicios, mis contenidos… quería hacerlo tan bien que nunca llegaba la hora de lanzarlo. Por dudas, por inseguridad, por no tener la certeza que iba a escoger la mejor opción… Dudar vas a dudar constantemente, pero no dejes que esto impida sacar adelante tu proyecto. Si ya lo tienes claro… ¡al abordaje!
4. Delega y sé cauto a la hora de invertir
Uno de los principales obstáculos para el emprendedor es la falta de economía, pero si quieres ahorrar tiempo y vas en serio, te recomiendo que no dudes en delegar determinados trabajos. Que sea tu propio proyecto no quiere decir que lo tengas que hacer todo tú.
Confiar a otros profesionales aquellas tareas que te están quitando tiempo y dinero, te ayudará a cumplir tus objetivos y a recuperar la inversión rápidamente. Un gestor puede ahorrarte dolores de cabeza en tu contabilidad, y contratar a un diseñador gráfico o un diseñador web te ayudará a dar a conocer tu negocio y conectar con tus primeros clientes sin tener que hincharte a videotutoriales de Photoshop o WordPress.
Pronto verás como lo que ahora te parece un gasto, en realidad es una inversión en tu consolidación y crecimiento. Eso sí, invierte con cabeza. Lo importante es ser capaz de discernir entre lo que es extremadamente necesario y lo que no. A lo mejor puedes alquilar o tomar prestado en lugar de comprar. O puedes trabajar desde casa o compartir un espacio en lugar de tener tu propio local. Empieza con lo indispensable y ve invirtiendo en tu negocio poco a poco sin arruinarte en dos días.
5. Sé constante, perseverante, y confía en ti
Vas a tener momentos de subidón, y otros de dudas, miedo e inseguridad. ¡Es normal! A mí me pasa constantemente. Pero entonces lo que hago es pensar en el lado bueno, en lo que me aporta, en lo a gusto que estoy mientras diseño y sobretodo en lo contentos que están mis clientes con mi trabajo.
Algunas veces te equivocarás, pero no te martirices. Los errores están para aprender y mejorar. Y si de verdad lo sientes y es lo que quieres hacer, entonces es que eres capaz y que todo te va a ir bien. Ten paciencia, no tengas prisa por recoger tus frutos, llegarán en su momento. Tú mantente firme y perseverante. Tú pones tus límites así que: ¡confía en ti!
6. Reserva tiempo para relajarte y desconectar
Trabajar por tu cuenta también quiere decir tener libertad horaria, lo que puede sonar muy bien, pero que sepas que posiblemente vas a entregarte tanto a tu proyecto que no hallarás momento para el descanso. Me pasa muchísimo. Es lo que tiene que te guste lo que haces, que no tienes la sensación de que estás trabajando. Por eso es importante marcarse un horario y si no puede ser, marcar límites.
Reserva un espacio en tu día a día para hacer actividades que te permitan desconectar. Puedes hacer la actividad física que más te guste: correr, bailar, yoga… o tomarte un baño relajante, quedar con amigos, etc. ¡Es importantísimo que no olvides cuidar tu salud! Y aunque parezca obvio, cuida tu dieta y duerme bien. Y para terminar, ¡rodéate de personas positivas!
¿Y si no sale bien?, ¿y si no soy capaz?, ¿y si me equivoco?, ¿y si no me da para llegar a final de mes?…
Como dice Diego Ortiz en su blog Emprendiendo Historias “Si vas a fracasar, que sea haciendo lo que te gusta”.
Emprender es una opción muy personal y es cierto que no es un camino fácil. Te lo vas a tener que currar un montón. Pero para mí: compensa. Mi alma está feliz. Y esto vale más que el dinero. ¿Te animas?
Si te animas, aquí estoy para crear la identidad corporativa y dar a conocer tu negocio en tu página web.
Contáctame y pongámonos en marcha.
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